Sierra de Segura, Andalucía, Spain
Ruta realizada el 7 de diciembre de 2009
Estamos en pleno corazón de la Sierra de Segura, en zona de máxima protección del parque, y ni siquiera eso evita que tengamos que caminar con mil ojos ante posibles disparos de algún escopetero. En las fincas colindantes algunos carteles sin fechar anuncian una montería, parece que ya se ha realizado y han dejado abandonados los carteles (como de costumbre). Al inicio de nuestra ruta encontramos un cartel también sin fechar que advierte de la posibilidad de encontrar escopeteros recechando. En definitiva, la misma paradoja de todas las temporadas de caza dentro de este mal llamado Parque Natural de las Sierras de Cazorla Segura y las Villas.
Hasta la cumbre del Espino subiremos siguiendo las marcas del sendero PR-A 178. El primer tramo llanea entre un hermoso bosque de pinos, muy pródigo en ciervos, pero esta vez parece que también han visto el cartel de los cazadores y andan escondidos.
Tras cruzar una barrera, el carril por el que caminamos comienza a ascender. Estamos rodeando el calar por su vertiente sur. Según vamos ascendiendo vamos disfrutando de mejores vistas. Es la primera vez que Carles, Vero y Sarai hacen esta ruta y de momento la están disfrutando con entusiasmo.
En cuanto el carril llega a su cota mas alta hacemos una parada para que Sarai reponga fuerzas. Parece que la pequeña se ha arrepentido de haberse apuntado a la excursión y comienza a mostrar pocas ganas ante lo que resta de ruta. Sus padres deben hacer gala de sus dotes negociadoras y consiguen que la niña siga sin rechistar, al menos no demasiado.
Tras un breve descenso el carril vuelve a ascender. Cruzamos unas extrañas instalaciones de los forestales y una pequeña cabaña que parece un escondite para cazadores. Volvemos a llanear, por quí pega poco el sol y todavía queda algo de nieve sin derretir. Esto nos permite pisar la nieve por primera vez esta temporada.
El carril nos lleva hasta unos tornajos. Este podría ser un excelente lugar para desayunar un día soleado, tenemos buena sombra y agua.
Aquí nos desviamos por una pequeña senda siguiendo las marcas del PR.
Durante unos pocos metros caminamos entre pequeñas encinas. Después los pinos vuelven a dominar el paisaje de nuestra caminata. Según vamos ascendiendo la densidad del bosque va bajando, el camino se vuelve más pedregoso y las vistas nos van cautivando. Ahora la montaña nos resguarda del gélido viento que hace poco nos golpeaba la cara.
En pocos minutos nos acercamos a las inmediaciones del calar. Empezamos a pisar los primeros neveros de importancia. Unas huellas en la nieve nos indican que no somos los primeros en subir a esta cima desde la última nevada. Sarai dice que no puede más. Sus padres le insisten y con ayuda sigue adelante.
El cielo se ha ido nublando. Desde poniente se ven entrar nubes en la sierra. Tenemos unas vistas increibles hacia el Mentiras y el Calar del Mundo. Miramos con envidia el vuelo de los buitres sobre nuestras cabezas. Esos si deben de tener unas vistas impresionantes.
Sarai y Vero andan algo retrasadas pero las ansias por ver el calar tras el último repecho les hace sacar fuerzas de flaqueza.
Definitivamente Sarai dice que de aquí no pasa y se queda resguardada del viento junto a unas rocas. Ya la da igual asomarse a la otra parte del calar, se queda con la comida reponiendo de nuevo fuerzas para la vuelta.
Descubrimos la grandeza del calar. Divisamos las vistas hacia los cuatro puntos cardinales. Por fin vemos el vértice geodésico que marca el punto más alto calar del Espino (1722 msnm). Junto al vértice distinguimos las ruinas de la antigua caseta de fogoneros.
Como el viento es intenso y muy frío hacemos un rápido repaso del horizonte que nos rodea. No es día para recrearse ni tumbarse plácidamente en estas alturas.
A groso modo al norte descubrimos la Muela del Cambrón, Calar del Mundo, el Calar de la Sima con su pico el Mentiras, Sierra de Siles, por Levante el Calar del Morillas, Castellón, al sur el Calar del Cobo, a lo lejos se divisa la Sagra, el Banderillas, Gilillo y Cuerda del Rayal. Por Poniente las Cumbres de Beas, las Acebeas y las llanuras Manchegas.
Comento con Carles lo distinto de estos paisajes comparado con nuestras sierras valencianas en las que nos iniciamos en este mundo del senderismo. La vista se pierde sin apenas divisar grandes poblaciones o urbanizaciones que violen la belleza de las montañas y valles. Tan solo el pueblo de Segura de la Sierra emerge tras las sierras menores con su imponente castillo.
Por desgracia el tiempo corre y debemos dejar el calar. Bajamos hasta donde Sarai se ha quedado esperándonos. Con cuidado bajamos por la nieve hasta los mismos tornajos de antes. Más abajo nos desviamos a la izquierda para abandonar el PR y volver bordeando por el este El Calar del Espino.
Volvemos por una pista que han arreglado recientemente. Tan ancha que casi parece una carretera que hace que nuestro caminar sea algo monótono. Esta monotonía se rompe cuando llegamos al Cortijo de la Viuda, un cortijo en el que siempre se respira un ambiente algo tétrico.
Hemos bajado de cota y esas mismas cumbres que hace poco veíamos a nuestros pies ahora parecen gigantes inexpugnables.
Tras una última subida y una ligera bajada llegamos de nuevo al coche. En unos minutos llegaremos a Segura de la Sierra.
fotos
Pues ya has pisado nieve antes que yo en esta temporada 🙂
Bonita escapada a la sierra y desconocida para mí esa subida en concreto al Espino, siempre lo he hecho a trocha desde el lado sur pero no sabía de la existencia de esa senda…
Lo de los niños y el monte es que es complicado en general… supongo que lo suyo es que no tengan nunca malas experiencias y que siempre estén entretenidos con algo.
Por cierto, que de aquí a poco tiempo ya te veo buscando la típica mochila para llevar niños a las costillas… a que sí? jejeje
Un abrazo Jordi
Bonita ruta Jordi, como bién, dices aprende a dialogar con los niños que como Luna te salga como el jose la llevas clara jeje… a mi todavia me hace chantaje por cada ruta.
saludos
hola jordi, soy diego de alicante (pilar de la horadada) llevo tiempo siguiendo tus rutas que parecen muy bonitas e interesantes sobre todo en el plan fotografico,esta ruta del espino es una de las que tengo pendientes a ver si este año que entra la realizo, en fin saludos y sigue mostrandonos esos lugares y rincones de estas sierras. hasta pronto
@ Jose Antonio, Pues esa senda es la que está señalizada como PR, si algún día la quieres seguir no tiene pérdida.
Efectivamente estos amigos me trajeron este fin de semana la mochilita para que pueda meter en ella a Luna y poder empezar a hacer alguna rutilla.
Por cierto, estoy pensando en subir en enero algún fin de semana por Alcoi exclusivamente para hacer rutas. Si eso ya te aviso a ver si coincidimos.
Un saludo fiera!!
@ Pepe, Pues ya veremos como lo hago con Luna, espero poderla influir positivamente para que sepa disfrutar de la montaña como yo mismo lo hago.
@Diego, Gacias por el comentario, espero que sigas disfrutando de mis rutas tal como lo has hecho hasta hoy.
Hola Jordi, si ese día ya estaba el Calar precioso con esa poquita nieve, madre mía como tiene que estar hoy con todo lo que ha caído.
Una ruta muy amena y chula
Un abrazo
@ Miguel, Hola fiera!!… como va la vida??
Eso mismo me pregunto yo, debe de estar precioso ahora el calar vestido de blanco. Pero lo mismo me pregunto de otros espacios de la sierra como los Campos de Hernán Perea… ahora mismo debe de haber un paisaje siberiano. Lo que daría por verlo!!
Un abrazo!!
Jordi, acabo de verte por mi blog y me he pasado al tuyo jejeje 🙂
Cuando tengas claro las fechas en las que subes para casa dímelo y apañamos una KDD. OK?
Un abrazo y que pases felices fiestas.